Según estudios científicos sobre la interacción entre el perro-humano, " Se concluye que quienes consideran al perro un miembro de la familia y realizan más actividades con él tienen más beneficios en su salud física y mental, y en el nivel de estrés percibido ", (González y Cia., 2011). Conocer el temperamento del perro permitirá adecuar el mismo al tipo de propósito que deseamos que cumpla en una terapia u otra. " Los rasgos mayormente evaluados son: temerosidad, agresividad, disposición al entrenamiento y sociabilidad " (Jakovcevic y Bentosela, 2009). ¿Os imagináis llevar a los pequeños y pequeñas a la escuela infantil en compañía de un perro?, pues bien, existen algunos estudios científicos que concluyen que " cuando se establece empatía con los niños, el perro es un motivador innato con la capacidad de inspirar seguridad, estimular al contacto físico, proveer manifestaciones no verbales de alegría cumpliendo la función de bienestar. El proceso de ad